Pensé
varias veces en como titular este blog, pero parece que mi mente estaba igual a
mi corazón, el día que me dieron la noticia: De ahora en adelante me
acompañaría un BEBE ESTRELLA. Y es que así, es como dulcemente llaman a todos esos seres que
nos acompañan en nuestro vientre
durante algunos meses, pero no alcanzan a ver el mundo con sus propios ojos, ni
sentir los abrazos de su mamá con sus
propios brazos. Para muchos es mas fácil decir
que son bebés que se perdieron, que no nacieron, sin
embargo mi Bebe si nació.
Curiosamente
a pocos días de lo sucedido vi una
película en la que decían que cuando alguien se va repentinamente de tu
vida, no podrás decirle todas las cosas que
te guardas, que te gustaría decirle. Entonces coges papel y lápiz y escribes una carta. Que puede ser
eterna o puede ser una palabra. Y se la escribes a esa persona que se fue, la
doblas y la acercas a una llama y la quemas. Se la lleva el viento y así el dolor no se te queda tan dentro. Entonces adicional a que se la lleve el viento, también espero que se las lleven todas esas
fibras invisibles y llegue hasta el infinito… donde tú estés.
Si, soy yo, tu mamá. Tu mamá que te amo
desde el primer segundo que supo que venias en camino, la que al ver esas dos
rayitas se le iluminó aún más la vida, esa misma que no le cabía el amor en el
corazón, por lo que decidió anunciar tu llegada a grito entero. Ahora entiendo
mi necesidad y afán de compartirlo con todo el mundo, pues nos acompañaste tan
poco.
Esa mamá que soñaba con los avances que ibas teniendo día a día, la que se emociono cuando oyó el latido de tu corazón, la que lloro de alegría al ver a través de la ecografía como tu manito saludaba, la que se tomo fotos de la panza semana a semana para ver como crecías, la que se moría de ganas por comenzarte a sentir y la que repentinamente se quedo sin piso cuando en un examen no oyó los latidos de tu corazón. Sabes hija, me alegro tanto de haber compartido esta noticia con el mundo, pues aún sin haber nacido iluminaste el camino de todos los que te llevaban en el corazón, nos alegraste mas la vida, nos llenaste de ilusión y esperanza. Me siento en paz de haber celebrado tu vida dentro de mi, pues no pasaste por este mundo sin pena ni gloria, dibujaste mil sonrisas que aunque no las pudiste ver, se que las sentiste.
A medida que he ido aceptando tu partida,
he ido entendiendo pacientemente que hay seres como tu que son tan especiales
que tan solo con un toque en la vida de alguien, dejan millones de enseñanzas y
aprendizajes. Gracias por mostrarme la fortaleza que no sabia que tenia dentro
de mi, por enseñarme valorar aun más todas las bendiciones que tengo en mi
vida, por abrirme los ojos y darme cuenta que muchas veces pedimos milagros
pero hacemos parte del mas grande: LA VIDA, por aterrizar mis emociones y enseñarme
que todo tiene un proceso… un orden, gracias por recordarme lo valioso que es
el instinto de una madre, gracias a ti me reencontré con mi cuerpo y volví a
confiar en él... GRACIAS por todo lo que viene, porque se que cada día
descubriré miles de razones por las cuales agradecer el tiempo que pasamos físicamente
juntas.
Ahora me acompañas desde otro universo y te siento, sueño con poderte
ver algún día, en el cielo o en mis sueños y poder reconocer esos ojos con los
que soñé y abrazarte para siempre. Por ahora me conformo con mirar el
firmamento y creer que una de esas estrellas, una estrella fugaz, eres tu.
Gracias por llenar nuestra vida de colores
Te amamos… siempre
Que bello testimonio de gratitud por la vida y la maternidad. Gracias por compartir
ResponderEliminarGracias Juan!!! Abrazo de oso
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